viernes, 19 de junio de 2009

Nota "Diario Clarin"

"No Cura pero Ayuda"


Prueba. Patricio Guglialmelli. despues de un grave accidente

Cuenta que pudo vivir en carne propia los beneficios de la equinoterapia. Todo comenzó a partir de una nota que su mamá leyó en un diario. Hacía unos años que había perdido su pierna derecha y que su brazo izquierdo había quedado paralizado tras un accidente en moto. Patricio Guglialmelli tenía 20 años. Hoy, a los 44 y con una pierna ortopédica, da clases a otras personas con discapacidad y representa a la Argentina en campeonatos internacionales de equitación paraecuestre. "Compito con personas sin discapacidad en una disciplina en la que se realizan figuras y movimientos con el caballo al paso, al trote y al galope", cuenta a Clarín en su escuela de equitación de Tortuguitas. Patricio recuerda que, en los primeros años de tratamiento, se fortalecieron los músculos de su espalda, su pierna derecha ganó fuerza, y se sintió muy motivado al volver a montar un caballo, algo que había aprendido cuando era chico. "Siempre les digo a los padres de nenes con problemas que llegan a mi escuela: 'El caballo no es un manosanta, no cura, pero ayuda muchísimo' ".

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